Desde la complejidad
Cuantitativo, cualitativo: dos formas de aproximarse a la realidad, dos lenguajes que intentan traducir lo que ocurre en los territorios, en las comunidades, en las empresas, en las vidas de las personas. Pero la realidad, cambiante y humana, casi siempre supera las metodologías. Nuestro secreto: En el cruce de datos y emociones, podemos tomar decisiones juntos.
Un porcentaje puede mostrar una tendencia, una necesidad o una desigualdad pero detrás de cada número hay una historia. Por eso, escuchar y recopilar datos es tan importante como sentir y acompañar con empatía.
Las decisiones necesitas cifras y rostros, contar con marcos que les dé sentido más allá de lo individual. Cuando ambos enfoques dialogan, emergen mejores interpretaciones de los datos, resultados más completos, más justos, más humanos.
Conversar no es solo recolectar información, es también una forma de vincularse con lo que duele, con lo que se sueña. En esa intersección entre razón y emoción, nos acercamos a la armonía entre intereses individuales y colectivos